Eyes I Dare Not Meet in Dreams

Eyes I dare not meet in dreams In death’s dream kingdom These do not appear: There, the eyes are Sunlight on a broken column There, is a tree swinging And voices are In the wind’s singing More distant and more solemn Than a fading star T.S. Eliot La profundidad del agua en el lago o la corona de árboles que lo rodean. Trastocar –acariciar- el anhelo. El advertimiento de una llovizna. El margen de la ventana del tren que corta el horizonte del mundo o el tren en movimiento (tiempo, cambio, destino). La búsqueda de un encuentro en el bosque nocturno. Los surcos en el camino de tierra, los árboles que se elevan al cielo. Compuesta por una selección de siete fotografías, Eyes I Dare not Meet in Dreams es un ensayo sobre el sosiego del verano. La selección deriva del diario visual que Vignon realizó en su estancia en Berlín y Leipzig durante el verano del año pasado. En contraposición a su producción habitual en la que aparecen figuras humanas, símbolos y metáforas, emplea películas de medio formato en impresiones de platino paladio, y en donde todo lo que aparece en el encuadre obedece a una meticulosa composición, ahora, usando cámaras KODAK desechables– la lógica se revierte, aquí cada imagen obedece al impulso que no es otro, sino él mismo, aquel llamado a capturar el anhelo interno del momento pero también de su espacio: al oeste de Berlín el lago Waldspielplatz; el paisaje de la carretera de Niedergörsdorf, un punto intermedio entre las ciudades de Leipzig y Berlín y el parque boscoso –siniestro de noche– Clara-Zetkin en Leipzig.